Los regalos de Empresa

Introducción

Regalar y sobre todo acertar en el ámbito social es muchas veces una tarea difícil pero en el mundo empresarial puede resultar mucho más complicado. Efectivamente el regalo representa con frecuencia un compromiso social a través del cual se transmite un mensaje. Cuando realizamos un regalo estamos revelando parte de nuestra propia personalidad por un lado y por otro tratamos de descubrir el gusto de la persona a la que le ofrecemos el obsequio. Un regalo no puede convertirse en un soborno ni tampoco poner en un compromiso a la persona que lo recibe.

Los regalos representan una prueba de amistad, de afecto, de gratitud y muchas veces, porqué negarlo, de interés. Por ello, habrá que tener mucho cuidado al hacerlo para no ofender y evitar la sensación de que estamos comprando algo a través de nuestro gesto.

Hace algunos años, numerosas empresas paralizaron la práctica, muy extendida, del regalo de empresa ostentoso. Dos causas influyeron en la adopción de esta medida: por un lado, la crisis económica que trajo como consecuencia un recorte en los gastos de todo tipo y por otra el despilfarro y abuso que en ocasiones se practicaba con los regalos. Actualmente se ha recuperado el arte de regalar pero se hace en general de manera más moderada.

Para establecer unas pautas de actuación, dividiremos el regalo de empresa en varios bloques:

El regalo personalizado.
El regalo corporativo.
El regalo promocional.
El regalo a los empleados.
El regalo a los acompañantes.

El regalo personalizado

El regalo personalizado es el que se realiza de una forma concreta, por una circunstancia especial y con un fin específico.

Algunos ejemplos pueden ser los siguientes:

Cuando una empresa recibe a una delegación extranjera y quiere ofrecerle un regalo representativo del país, región o ciudad.

Cuando una representación de nuestra empresa viaja a otra ciudad, país, etc., y quiere obsequiar a los anfitriones.

Con ocasión de una invitación a una cena de negocios que tiene lugar en un domicilio particular.

Cuando se quiere agasajar a un cliente por un asunto concreto.

En cualquiera de estas situaciones, lo primero que hay que realizar es una labor de investigación sobre los gustos del agasajado. ¿Y cómo hacerlo? Poniéndose en contacto con la secretaria, departamento u oficina de las personas que van a venir o a las que vamos a visitar y conocer de esta forma sus gustos con el fin de acertar con el regalo. Seguidamente estableceremos el presupuesto.

Como sugerencia para este tipo de regalos, podemos acudir al arte de nuestra ciudad o país. Una pieza de cerámica, un cuadro o grabado, un objeto de orfebrería, pueden ser el regalo original y de buen gusto.

En cuanto a la asistencia a una cena, con connotaciones profesionales, en una casa particular, existen varias posibilidades para agradecer la invitación:

1- Enviar un ramo de flores a la anfitriona (se puede hacer antes o después), acompañado de una tarjeta.

2- Llevar en mano unos bombones.

3- Unas botellas de buen vino o licor con la condición de hacer hincapié en que son para la colección del anfitrión.

Por último estaría el regalo aislado que se realiza por una circunstancia especial. En este caso, tras las pertinentes indagaciones, se puede regalar algún objeto relacionado con la afición o intereses de la persona en cuestión.

En función del presupuesto del que dispongamos, se puede regalar algún objeto de “marca”. Las firmas de lujo tienen una amplia colección de agendas, billeteros, bolsos, carteras, pañuelos y corbatas que facilitarán nuestra tarea.

El regalo corporativo

El regalo corporativo presenta la ventaja de admitir una gran variedad, tanto en lo referente a los modelos como al precio. Las empresas, al realizar sus presupuestos, suelen contar con una partida destinada a publicidad, marketing y regalos de empresa.

Los regalos corporativos se hacen en función de la categoría del obsequiado y hay una amplia gama de posibilidades: desde un sencillo bolígrafo hasta un elegante objeto de escritorio, una figura decorativa, etc. En todos ellos puede aparecer pero de forma muy discreta el origen del regalo, ya que a nadie le gusta ir de anuncio.

Es conveniente que el departamento encargado disponga de un fichero de obsequios, donde parezcan reflejados los regalos entregados, los destinatarios, los cargos, las empresas, el motivo y la fecha. De esta forma se evitarán las repeticiones de regalos y se conocerá el destino de cada uno.

El regalo promocional

El regalo promocional no tiene el mismo fin que el regalo corporativo, pues se trata de realizar un obsequio con un objetivo concreto como por ejemplo el lanzamiento de un producto, una venta especial, fidelizar a los clientes, hacer publicidad de nuestra empresa. Va dirigido a un mayor número de destinatarios y su coste es proporcional al fin perseguido.

Hoy en día es una práctica muy común y muy útil a la hora de conseguir la captación de clientes. Existe una gran variedad: llaveros, mecheros, chubasqueros, vajillas, relojes, paraguas, camisetas, calendarios, etc. Se pueden entregar en multitud de ocasiones: a los visitantes de ferias, en las demostraciones,...

Como ejemplos podemos citar los sectores de alimentación y cosmética, auténticos pioneros en este tipo de regalos, que obsequian muestras de sus productos, estuches, neceseres, gorras; a las entidades bancarias que ofrecen una larga lista de artículos entre los que podemos encontrar enseres para el hogar, aparatos de audio, etc.; los concesionarios de coches que regalan el radiocassette, sombrillas,...

El regalo a los empleados

Las empresas institucionalizan ciertos regalos que ofrecen a sus empleados con motivo de ocasiones especiales como nacimientos, bodas, Navidad, determinado número de años de trabajo en la empresa,...

En estos casos hay que escoger varios tipos de regalos para las distintas ocasiones, teniendo mucho cuidado en no hacer agravios comparativos.

Por otra parte, las empresas no deberían olvidar a sus empleados en lo relacionado con los obsequios y entregarles también esos bolígrafos, carpetas, blocs de notas... que entregan a sus clientes. A todos nos hace ilusión recibir un obsequio. Y no importa el valor de lo entregado sino el detalle de cortesía que representa.

El regalo a los acompañantes

En numerosas ocasiones, se convocan actos de empresa a los que acuden los invitados con sus acompañantes. En estos casos lo mejor es elegir un regalo neutro que sirva para ambos sexos.

Hay que tener presente que si se obsequia al invitado, se debe ofrecer un regalo al acompañante.

Recomendaciones

Los regalos deben ir envueltos. El envoltorio es la tarjeta de presentación del regalo y transmite la imagen de la empresa que lo realiza. Se puede optar por un papel de regalo con el logotipo de la empresa, a condición de que sea discreto. No entregue nunca un regalo sin envolver porque transmitiría desinterés.

Los únicos regalos que se entregan sin envoltorio son los que se realizan en las visitas de Estado.

Al finalizar una rueda de prensa, es habitual entregar algún detalle a los periodistas congregados.

Si lo que se persigue al regalar es recompensar alguna colaboración no remunerada, no se debe entregar el regalo delante de terceras personas.

En el caso de los homenajes, jubilación o alumbramientos se entregan con toda normalidad en presencia de terceros.

En algunos casos es conveniente averiguar las señas particulares del destinatario, pues es más correcto enviar el regalo al domicilio particular.

Hay que incluir junto al regalo una tarjeta con unas palabras manuscritas.

Si se recibe un regalo personalmente, hay que abrirlo delante de la persona. Y en el caso de que sean bombones, el destinatario debe ofrecerlos a los presentes.

No hay que olvidar agradecer el regalo. Si la persona está presente, hay que hacerlo en ese momento. En caso contrario, se puede hacer por teléfono, si es un amigo o alguien muy conocido y si se trata de un compromiso formal, mande una tarjeta con su agradecimiento.