La indumentaria femenina

Vestir en la empresa

En cuestión de vestuario femenino hay un amplio abanico en el que poder elegir, pero al igual que el hombre deberá ofrecer una imagen cuidada, para lo cual lo mejor es escoger prendas sobrias y elegantes.

El traje de chaqueta ya sea con falda o pantalón resuelve a la perfección esta cuestión. Así, desde por la mañana a la noche, ofrecerá una imagen impecable, pudiendo cambiar los complementos en función de la hora del día. Se tendrá muy en cuenta la comodidad de las prendas.

atención

• Los tejidos serán discretos tanto en lo relativo a los dibujos como a los colores, especialmente durante el día y sobre todo por la mañana.

• En la empresa no se deben utilizar faldas muy cortas, escotes pronunciados o prendas excesivamente entalladas.

• Los zapatos deberán ser ante todo cómodos, combinando con el traje, bolso y cinturón. Los zapatos estarán limpios y en buen estado. No se permiten zapatillas de deporte en la empresa.

• El bolso igual que los zapatos y el cinturón serán de piel, y armonizarán entre sí. Las mujeres de baja estatura evitarán los bolsos muy grandes.

• En cuanto a las medias es conveniente llevar un par de repuesto por si se hacen carreras, puesto que no hay nada más antiestético. Las medias combinarán con el traje.

• Las joyas deben ser discretas.

• El maquillaje será también discreto, hay que evitar parecer un”piel roja”.

Un consejo: después de maquillarse abra la puerta del congelador y exponga la cara al frío o bien pásese rápidamente un hielo. Ayuda a fijar el maquillaje y a darle un aspecto más natural. Y muy importante no se retoque delante de sus compañeros ni en la mesa. Vaya al aseo.

• Los perfumes están destinados a la noche; para trabajar, utilice colonias frescas.

• Preste especial atención a sus manos y uñas que deberán estar arregladas, evitando los colores excesivamente fuertes.

La indumentaria femenina

Vestir de etiqueta

atención

El vestido de cóctel

Se sitúa entre el traje de noche y el vestido corto en cuanto a elegancia se refiere. Puede ser de tejido noble, satén, seda, puede tener pedrería, bordados, etc., la elección de la tela variará en consonancia con la estación del año.

• Casi todo está permitido pero lo mejor es apostar por un corte clásico, elegante y discreto. Hay multitud de diseños y su elección dependerá del gusto de la mujer.

• No son recomendables grandes escotes y los colores serán más llamativos durante el día que para la tarde-noche.

• El largo suele ir hasta las rodillas o un poco por debajo.

• Los complementos son muy importantes. Las joyas o la bisutería suelen ser de diseños atrevidos.

• El bolso será de mano, pequeño o mediano, de metal, carey o tela con pedrería.

• Los zapatos pueden ser de tacón alto, de media altura o incluso bajos.

• Es recomendable el uso de medias, incluso en verano, pues embellecen las piernas femeninas.

El traje corto

Es un traje de día o de media tarde.

• El largo llega hasta la rodilla o un poco por encima.

• El tejido dependerá de la época del año (desde la lana al lino).

• Son vestidos con mayor colorido que los de noche pero las telas son más sencillas en cuanto a los dibujos (no admiten pedrería, ni bordados).

• La pamela (por la mañana) y los sombreros o tocados irán acordes con el traje.

Éstos permanecen en la cabeza de las señoras durante el acto y en lugares cerrados no tienen porqué descubrirse.

atención

El vestido largo de noche

Es el vestido de etiqueta femenina. Imprescindible cuando el hombre viste de frac y en los banquetes de Estado.

• Aunque no se vean las piernas, hay que utilizar medias.

• El largo cubrirá totalmente las piernas.

• Los zapatos serán altos, de tacón fino, de piel o forrados de la misma tela del traje.

• El bolso será pequeño, de mano, de metal, de carey, de pedrería o forrado de la misma tela de los zapatos o del traje.

• Las joyas serán de calidad y pocas.

• Los colores varían según las modas pero el negro sigue siendo el rey de la noche.

• Se pueden llevar guantes largos hasta el codo o por encima de él.

• Los abrigos pueden ser de fantasía, de visón o bien utilizar mantones y echarpes.

La organización de actos

La visita guiada

Una de las maneras de transmitir la imagen de una empresa es a través de las visitas guiadas. La empresa, al mostrar su organización, pretende crear lazos de unión con los consumidores y el público en general. Por ello es habitual que numerosas empresas, organizaciones e instituciones ofrezcan la oportunidad al público de acceder a sus instalaciones.

En cuanto a las visitas, se pueden establecer dos modalidades:

La empresa toma la iniciativa porque está interesada en que la conozcan, por lo tanto promueve la visita.

La empresa concede la visita a quien lo solicita dado el interés que tiene para determinados colectivos.

En cualquier caso lo que la empresa o institución debe plantearse es determinar el tipo de público que quiere o puede acceder a sus instalaciones. Seguidamente se confecciona un calendario con determinados horarios, que deberán coincidir (salvo excepciones, como por ejemplo el Congreso de los Diputados, que se visita cuando no hay sesiones) con la jornada de trabajo. Habrá que establecer grupos con determinado número de personas (evidentemente esta cuestión es muy variable pues depende del tipo de instalaciones). Al llegar, o a lo largo de la visita, se les darán las oportunas explicaciones sobre lo que van viendo, así como de todas aquellas cuestiones que resulten de interés.

Se pondrá especial cuidado en cumplir las normas de seguridad (no pasar por sitios peligrosos, colocarse a la distancia oportuna de máquinas que puedan entrañar riesgo, etc.) así como cualquier otro tipo de normas que sean preceptivas (en el caso de productos alimenticios, los visitantes deben llevar gorras).

Por otra parte, las visitas no deben modificar el ritmo de trabajo.

Los visitantes deben llevarse una imagen integral de la empresa: instalaciones, tecnología, materias primas, seguridad, investigación y desarrollo, capacidad de innovación, preocupación medioambiental, interés humano, capacitación de los trabajadores, etc.

El guía o persona encargada de dar las explicaciones deberá tener un amplio conocimiento de la actividad de la empresa para poder responder con soltura a las posibles preguntas. También como complemento se puede proyectar un vídeo de la organización, ofrecer una degustación del producto de la empresa o entregar un pequeño obsequio a los visitantes.

Exhibiciones comerciales o ferias

Las ferias son lugares de encuentro periódicos que tienen lugar en determinadas fechas. Sirven para mostrar los productos de determinados ramos industriales o comerciales con objeto de promocionarlos o venderlos.

En un comienzo el único fin era vender, pero en la actualidad ofrecen la posibilidad de realizar nuevos contactos, demostraciones, conocer los productos y precios de la competencia, etc.

Los productos de las ferias se muestran en stands, que constituyen el escaparate de la empresa o institución y transmiten su imagen. Para lograr el éxito deseado, la empresa deberá en primer lugar considerar si la exposición se dirige a una audiencia meramente comercial o general y decidir exactamente qué es lo que va a exponer y el por qué de su elección.

Las ventajas para los expositores son:

Captación
El cliente visita la empresa.
Disponibilidad
El visitante profesional busca nuevos productos o servicios que satisfagan sus necesidades, se muestra receptivo y disponible.
Accesibilidad
Permite la captación de nuevos clientes.
Presentación
Las ferias son plataformas que permiten la exposición tridimensional de los productos (ver, tocar, probar).
Rentabilidad
Se reduce el coste por contacto, ya que en pocos días se pueden realizar muchos contactos.

Las ferias o salones profesionales suelen tener lugar en capitales de provincia de cierta relevancia. Pueden ser de carácter nacional o internacional y ser generales o especializadas.

En muchas de ellas se realizan demostraciones de fabricación o utilización de los productos.

La organización suele correr a cargo del sector privado con la colaboración, en ocasiones, de algún organismo público. En este caso todos los participantes de ambos sectores deben estar representados en el comité organizador.

Los productos de las ferias se muestran en stands, que constituyen el escaparate de la empresa o institución y transmiten su imagen. Para lograr el éxito deseado, la empresa deberá en primer lugar considerar si la exposición se dirige a una audiencia meramente comercial o general y decidir exactamente qué es lo que va a exponer y el por qué de su elección.

Además de planificar los recursos humanos y materiales que se necesitarán, es muy importante la elección del lugar donde se desarrollará la feria: la extensión deberá ser adecuada a las necesidades, es necesario que existan buenas comunicaciones y servicios complementarios. En cuanto a los métodos de financiación dependerán del número de organizadores, patrocinadores, ayudas, colaboradores y expositores que participen.

Protocolo

En las exposiciones y ferias podemos diferenciar dos tipos de invitados:

- Los que acuden a la inauguración: autoridades, personalidades de la Administración Pública y entidades colaboradoras, directivos de otras empresas.

- Clientes efectivos o potenciales, proveedores y personas con interés en conocer los productos o servicios.

El protocolo se ocupará del momento de la inauguración, del desarrollo y de la clausura.

- Inauguración: en la inauguración de una feria, el presidente del comité organizador y sus miembros son los encargados de recibir a las autoridades y de mostrarles las instalaciones. Acabada la visita, normalmente se ofrece un vino de honor.

- Desarrollo: a lo largo de la feria, la oficina de protocolo y relaciones públicas atenderá a los expositores, clientes y visitantes. Si acude alguna personalidad o autoridad, el presidente o algún miembro del comité deberá recibirla.

- Clausura: El acto de clausura es similar al de inauguración, aunque algo más sencillo, y debe contar con la presencia del comité organizador y las autoridades.

Inauguraciones

Son actos públicos que se desarrollan al aire libre. Es habitual invitar a alguna autoridad que será la invitada de honor.

Si el lugar presenta dificultades para su acceso, la inauguración se hará en el sitio más próximo a la carretera o en aquella zona de más fácil acceso. Es conveniente señalizar el lugar con banderas, mástiles o vallas provisionales. Se instalarán barreras o indicadores para separar al público de las autoridades.

Se deben solicitar los correspondientes permisos administrativos (aparcamientos, policía,...). Se colocará una tarima entoldada para las autoridades. Se decorará la zona: se instalarán alfombras, escalerillas,...

Previamente se habrá realizado la contratación de los servicios técnicos y humanos necesarios: micrófonos, altavoces, iluminación, azafatas, técnicos, agentes de seguridad, ambulancias y policía municipal.

Se elaborará la lista de invitados. Se cursarán también invitaciones a los representantes de la prensa (principalmente a la prensa local pues suele responder mejor a la convocatoria). Se envían las invitaciones, adjuntando un mapa de situación del lugar, donde se indica también la entrada de autoridades, colocación de los invitados y de la prensa, aparcamientos. Se confirman las asistencias.

Algunas de estas tareas deberán realizarse coordinadamente con la policía local, que vigilará la zona. Si la presencia de público es numerosa, habrá que prever la presencia de ambulancias. Y atención al tiempo, pues a lo mejor hay que instalar una carpa si se avecinan inclemencias.

Tras la inauguración, el gabinete de prensa enviará una nota a los medios informativos acompañada de alguna fotografía.

Colocación de primera piedra

Sobre una mesa cubierta con un mantel blanco se coloca un recipiente con cemento, una paleta y un tubo de metal.

Es costumbre introducir en el tubo el periódico del día, unas monedas y el acta firmada. Se construye en el sitio una maqueta que presenta el edificio terminado. Tras pedir permiso a la primera autoridad, comienza el acto. Se firma el acta y la primera autoridad, el director de la institución y el arquitecto, dan unas paletadas simbólicas. En orden de mayor a menor rango, se pronuncian los discursos. La duración de este tipo de acto oscila entre el cuarto de hora a media hora. Seguidamente se ofrece un aperitivo.

La organización de actos empresariales

Planificación de un acto público

Todos los actos de Relaciones Públicas o Protocolo pueden plantearse siguiendo el mismo esquema. Sólo varía sustancialmente el público al que va dirigido y el presupuesto de que se dispone.

En principio un acto puede ser organizado por cualquier persona con los conocimientos mínimos sobre cómo organizarlo. No obstante, si es de gran envergadura, es recomendable la contratación de los servicios de un profesional.

Lo primero, antes de empezar con los preparativos, es que la dirección de la empresa se reúna con los responsables de los departamentos de protocolo y comunicación, para definir las pautas a seguir. En esta fase de investigación hay que plantearse las siguientes cuestiones:

El por qué del acto.
Qué se quiere transmitir con el acto (¿Cuál es la intención?).
A quién va dirigido (¿Cuál es el público objetivo?).
Cuándo debe realizarse: época del año, mes, día, mañana, tarde, duración.
Cómo se va a decir: la forma de decirlo.
Seguimiento posterior o evaluación.

Funciones del departamento de protocolo en lo relativo a la organización de actos de empresa

Las competencias de este departamento pueden ser muy variadas y dependerá de la propia organización de la empresa.

Pueden desarrollar su tarea en cuanto a la organización de:

Entrevistas o conferencias. Se encargarían de cómo planificarlas (de la forma) ya que del contenido se encargaría el departamento de comunicación.

Reuniones que pueden ser:

De trabajo.
Formativas.
Informativas.
Juntas generales.

Actos:

Cócteles.
Recepciones.
Presentaciones.
Fiestas.
Inauguraciones.
Entregas de premios o diplomas.
Conferencias de prensa.
Congresos.

Viajes:

De imagen.
Comerciales.
Sociales.
De intercambio.

Visitas:

De los directivos a otras empresas.
De grupos organizados que visitan la empresa.

Otros:

Regalos corporativos.
Felicitaciones, pésames.
Agradecimientos.
Cenas de empresa.

Preparación, desarrollo y seguimiento de los actos empresariales

La planificación es muy importante para lograr el éxito del evento. Habrá que pensar hasta en el más mínimo detalle. No hay que dejar nada al azar, por obvio que parezca, pues así se evitarán o se controlarán las posibles incidencias que pueden estropear el acto.

Se elaborará un calendario de actuaciones previas al acto. Se distribuirá racionalmente el tiempo disponible y se controlará el avance de las actividades.

Lista de invitados y asistentes

Se elaborará una lista de invitados en la cual se incluirá el personal interno de la propia empresa y los invitados externos: clientes, proveedores, directivos de otras empresas.

Previamente habremos elaborado una base de datos con los nombres de nuestro público potencial que habrá que mantener actualizada para resultar operativa.
Se determinará la presencia en el evento de invitados de honor y de la persona o personas que presiden el acto.

Elección del lugar de la celebración

Hay actos que por su naturaleza se realizan al aire libre, como por ejemplo, los relacionados con las obras públicas (inauguración de una carretera, etc.). En este caso habrá que tener en cuenta la meteorología (escoger la época del año más adecuada y tener previsto un toldo o la instalación de carpas con refrigeración o calefacción dependiendo de la temperatura y si se prevé lluvia).

Los actos académicos, las exposiciones, las presentaciones tienen lugar en sitios cerrados y en ese sentido plantean menos problemas.

Protocolo

Con tiempo suficiente se enviarán las invitaciones y se procederá a la confirmación de los invitados. Si el número de invitados es muy elevado, se puede recurrir a la contratación de una empresa de servicios externos, “call center”, que puede encargarse de recibir las llamadas.

Se confirmará la asistencia de los invitados de honor, de las autoridades y personas que presidan el acto.

Habrá que planificar todo lo relativo a la logística, iluminación, sonido, menús, decoración, colocación de banderas, megafonía, azafatas, reportaje gráfico, seguridad, colocación de los invitados, etc. que deberá estar dispuesto y probado por los técnicos competentes.

En cuanto al día del acto, las personas encargadas recibirán a las personalidades y asistentes. En cuanto al traslado de los invitados y personalidades, tendrá que estar previsto con la antelación suficiente. Hoy en día, incluso en las grandes bodas (como por ejemplo la boda del Príncipe de Asturias) se opta por realizar los traslados en autobuses pues es más práctico y sobre todo plantea menos problemas de seguridad. El personal del departamento de Relaciones Públicas y las azafatas indicarán los asientos a los invitados.

Documentación

Petición de permisos, si el acto lo requiere.
Elaboración de notas de prensa (si se pretende hacer publicidad del evento), dossieres y carpetas con la correspondiente documentación.
Elementos de marketing publicitario, obsequios (flores, placas grabadas, etc.).
Contratación de seguros (por lo menos uno de responsabilidad civil).
Planos de situación.
Programas, menús, acreditaciones, entradas, tickets, en el caso de los congresos boletines de inscripción, etc.
Fichero de comidas.
Fichero de asistentes.
Contratación de personal (azafatas, intérpretes, chóferes, seguridad, escoltas, recepcionistas), locales, catering, mantenimiento, etc.

Medios materiales

Oficina de información.
Oficina de administración.
Mobiliario.
Decoración (flores, alfombras, banderas).
Megafonía.
Telefonía.
Cabinas de intérpretes.
Salas de prensa.
Salas de recepción de personalidades.
Aparcamientos.

Medios económicos

Los gastos corren a cargo de la empresa o entidad organizadora, de acuerdo con el presupuesto establecido.

Se pueden buscar ingresos provenientes de subvenciones, venta de entradas, de inscripciones en el caso de los congresos, etc.

Agradecimientos

Tras el acto, se enviará una nota, firmada por el presidente, a todas aquellas personas que hayan tenido alguna atención así como a las personalidades asistentes para agradecerles su colaboración.

Evaluación

Finalizado el evento, el encargado de organizarlo elaborará un informe con los datos del mismo, incluyendo en él las posibles incidencias. Si se da publicidad al acto, se elaborará un dossier de prensa.

La persona responsable del protocolo deberá haber controlado todos los detalles y el día del evento supervisará todo el desarrollo y solventará los posibles problemas que puedan surgir.

Los regalos de Empresa

Introducción

Regalar y sobre todo acertar en el ámbito social es muchas veces una tarea difícil pero en el mundo empresarial puede resultar mucho más complicado. Efectivamente el regalo representa con frecuencia un compromiso social a través del cual se transmite un mensaje. Cuando realizamos un regalo estamos revelando parte de nuestra propia personalidad por un lado y por otro tratamos de descubrir el gusto de la persona a la que le ofrecemos el obsequio. Un regalo no puede convertirse en un soborno ni tampoco poner en un compromiso a la persona que lo recibe.

Los regalos representan una prueba de amistad, de afecto, de gratitud y muchas veces, porqué negarlo, de interés. Por ello, habrá que tener mucho cuidado al hacerlo para no ofender y evitar la sensación de que estamos comprando algo a través de nuestro gesto.

Hace algunos años, numerosas empresas paralizaron la práctica, muy extendida, del regalo de empresa ostentoso. Dos causas influyeron en la adopción de esta medida: por un lado, la crisis económica que trajo como consecuencia un recorte en los gastos de todo tipo y por otra el despilfarro y abuso que en ocasiones se practicaba con los regalos. Actualmente se ha recuperado el arte de regalar pero se hace en general de manera más moderada.

Para establecer unas pautas de actuación, dividiremos el regalo de empresa en varios bloques:

El regalo personalizado.
El regalo corporativo.
El regalo promocional.
El regalo a los empleados.
El regalo a los acompañantes.

El regalo personalizado

El regalo personalizado es el que se realiza de una forma concreta, por una circunstancia especial y con un fin específico.

Algunos ejemplos pueden ser los siguientes:

Cuando una empresa recibe a una delegación extranjera y quiere ofrecerle un regalo representativo del país, región o ciudad.

Cuando una representación de nuestra empresa viaja a otra ciudad, país, etc., y quiere obsequiar a los anfitriones.

Con ocasión de una invitación a una cena de negocios que tiene lugar en un domicilio particular.

Cuando se quiere agasajar a un cliente por un asunto concreto.

En cualquiera de estas situaciones, lo primero que hay que realizar es una labor de investigación sobre los gustos del agasajado. ¿Y cómo hacerlo? Poniéndose en contacto con la secretaria, departamento u oficina de las personas que van a venir o a las que vamos a visitar y conocer de esta forma sus gustos con el fin de acertar con el regalo. Seguidamente estableceremos el presupuesto.

Como sugerencia para este tipo de regalos, podemos acudir al arte de nuestra ciudad o país. Una pieza de cerámica, un cuadro o grabado, un objeto de orfebrería, pueden ser el regalo original y de buen gusto.

En cuanto a la asistencia a una cena, con connotaciones profesionales, en una casa particular, existen varias posibilidades para agradecer la invitación:

1- Enviar un ramo de flores a la anfitriona (se puede hacer antes o después), acompañado de una tarjeta.

2- Llevar en mano unos bombones.

3- Unas botellas de buen vino o licor con la condición de hacer hincapié en que son para la colección del anfitrión.

Por último estaría el regalo aislado que se realiza por una circunstancia especial. En este caso, tras las pertinentes indagaciones, se puede regalar algún objeto relacionado con la afición o intereses de la persona en cuestión.

En función del presupuesto del que dispongamos, se puede regalar algún objeto de “marca”. Las firmas de lujo tienen una amplia colección de agendas, billeteros, bolsos, carteras, pañuelos y corbatas que facilitarán nuestra tarea.

El regalo corporativo

El regalo corporativo presenta la ventaja de admitir una gran variedad, tanto en lo referente a los modelos como al precio. Las empresas, al realizar sus presupuestos, suelen contar con una partida destinada a publicidad, marketing y regalos de empresa.

Los regalos corporativos se hacen en función de la categoría del obsequiado y hay una amplia gama de posibilidades: desde un sencillo bolígrafo hasta un elegante objeto de escritorio, una figura decorativa, etc. En todos ellos puede aparecer pero de forma muy discreta el origen del regalo, ya que a nadie le gusta ir de anuncio.

Es conveniente que el departamento encargado disponga de un fichero de obsequios, donde parezcan reflejados los regalos entregados, los destinatarios, los cargos, las empresas, el motivo y la fecha. De esta forma se evitarán las repeticiones de regalos y se conocerá el destino de cada uno.

El regalo promocional

El regalo promocional no tiene el mismo fin que el regalo corporativo, pues se trata de realizar un obsequio con un objetivo concreto como por ejemplo el lanzamiento de un producto, una venta especial, fidelizar a los clientes, hacer publicidad de nuestra empresa. Va dirigido a un mayor número de destinatarios y su coste es proporcional al fin perseguido.

Hoy en día es una práctica muy común y muy útil a la hora de conseguir la captación de clientes. Existe una gran variedad: llaveros, mecheros, chubasqueros, vajillas, relojes, paraguas, camisetas, calendarios, etc. Se pueden entregar en multitud de ocasiones: a los visitantes de ferias, en las demostraciones,...

Como ejemplos podemos citar los sectores de alimentación y cosmética, auténticos pioneros en este tipo de regalos, que obsequian muestras de sus productos, estuches, neceseres, gorras; a las entidades bancarias que ofrecen una larga lista de artículos entre los que podemos encontrar enseres para el hogar, aparatos de audio, etc.; los concesionarios de coches que regalan el radiocassette, sombrillas,...

El regalo a los empleados

Las empresas institucionalizan ciertos regalos que ofrecen a sus empleados con motivo de ocasiones especiales como nacimientos, bodas, Navidad, determinado número de años de trabajo en la empresa,...

En estos casos hay que escoger varios tipos de regalos para las distintas ocasiones, teniendo mucho cuidado en no hacer agravios comparativos.

Por otra parte, las empresas no deberían olvidar a sus empleados en lo relacionado con los obsequios y entregarles también esos bolígrafos, carpetas, blocs de notas... que entregan a sus clientes. A todos nos hace ilusión recibir un obsequio. Y no importa el valor de lo entregado sino el detalle de cortesía que representa.

El regalo a los acompañantes

En numerosas ocasiones, se convocan actos de empresa a los que acuden los invitados con sus acompañantes. En estos casos lo mejor es elegir un regalo neutro que sirva para ambos sexos.

Hay que tener presente que si se obsequia al invitado, se debe ofrecer un regalo al acompañante.

Recomendaciones

Los regalos deben ir envueltos. El envoltorio es la tarjeta de presentación del regalo y transmite la imagen de la empresa que lo realiza. Se puede optar por un papel de regalo con el logotipo de la empresa, a condición de que sea discreto. No entregue nunca un regalo sin envolver porque transmitiría desinterés.

Los únicos regalos que se entregan sin envoltorio son los que se realizan en las visitas de Estado.

Al finalizar una rueda de prensa, es habitual entregar algún detalle a los periodistas congregados.

Si lo que se persigue al regalar es recompensar alguna colaboración no remunerada, no se debe entregar el regalo delante de terceras personas.

En el caso de los homenajes, jubilación o alumbramientos se entregan con toda normalidad en presencia de terceros.

En algunos casos es conveniente averiguar las señas particulares del destinatario, pues es más correcto enviar el regalo al domicilio particular.

Hay que incluir junto al regalo una tarjeta con unas palabras manuscritas.

Si se recibe un regalo personalmente, hay que abrirlo delante de la persona. Y en el caso de que sean bombones, el destinatario debe ofrecerlos a los presentes.

No hay que olvidar agradecer el regalo. Si la persona está presente, hay que hacerlo en ese momento. En caso contrario, se puede hacer por teléfono, si es un amigo o alguien muy conocido y si se trata de un compromiso formal, mande una tarjeta con su agradecimiento.

Distintos tipo de invitaciones

El desayuno

Tiene su origen en los países anglosajones, aunque en la actualidad se hace en el mundo entero. El tiempo de duración es de aproximadamente una hora. Consiste en reunirse alrededor de una mesa para desayunar con clientes, compañeros, colegas, periodistas con el fin de conversar, informar, realizar alguna entrevista, etc.

En cuanto al lugar de celebración existen varias posibilidades:

En el despacho del anfitrión.
En el comedor de la empresa.
En una cafetería que tenga un reservado.
En un hotel.
En la residencia, oficial o privada, de una autoridad.

Dependiendo de las costumbres de los invitados, el desayuno puede ser continental o americano.

Desayuno continental
El continental es el que consta básicamente de café, té, leche, infusiones, zumos, bollería variada y tostadas o pan con mantequilla y mermelada.

Desayuno americano
El americano es mucho más abundante y se incluyen además de lo anteriormente citado, varios tipos de huevos (revueltos, en tortilla, al plato, pasados por agua), beicon, salchichas, ensaladas, fiambres, etc. Recordemos que tanto para los ingleses como los americanos, el desayuno y la cena son sus principales comidas, pues a la hora del almuerzo sólo toman un frugal tentempié.

Es habitual ofrecer desayunos en los descansos de las reuniones, congresos, cursos, etc. En estos casos la duración estará limitada a unos 30 minutos.

Vino español

Es muy frecuente en España. El tiempo de duración suele estar en torno a los sesenta minutos. Los invitados están de pie.

Existen dos posibilidades: ofrecerlo al mediodía (entre las doce y las catorce horas) o bien por la tarde (entre las diecinueve y las veintiuna horas). Se diferencia del cóctel en que es menos abundante. Se ofrecen bebidas, canapés, pequeños sándwiches, fiambres, etc.

Suele ser el modo de agasajar empleado en las inauguraciones de exposiciones, presentaciones de libros, conferencias, entregas de diplomas, etc.

Tiene lugar en un restaurante, en la sala de exposiciones o en las dependencias de una empresa.

Almuerzo

La duración suele oscilar entre una hora y media y dos horas.

El menú debe ser ligero pues no hay que olvidar que luego se sigue trabajando. Se toma café pero hay que evitar los licores de la sobremesa pues no contribuyen a tener la mente despejada.

En cuanto al lugar de celebración puede ser en:

El propio despacho del anfitrión.
En el comedor de la empresa.
En un restaurante.
En un hotel.
En la sede de una institución pública o privada.

Cena

El tiempo de duración de la cena de trabajo es mayor que la del almuerzo, pues en este caso se ha acabado la jornada laboral. Suele durar entre dos horas y media y tres horas. Una buena hora para citar a sus invitados son las veintiuna para acabar aproximadamente sobre las veinticuatro horas. No conviene dilatar más este tiempo pues si al día siguiente es laborable, hay que madrugar.

Para la cena es más adecuado elegir un buen restaurante. El menú puede ser más abundante que en el almuerzo y las copas están permitidas, aunque dentro de unos límites razonables, de lo contrario esa copita de más puede hacer fracasar su cena de negocios.

Tentempiés o snack de trabajo

El tentempié es servido en la sala de reuniones o en el despacho. Su finalidad es la de hacer una pausa en el trabajo para recuperar fuerzas. Su duración oscila entre veinte o treinta minutos.

Normalmente las empresas lo encargan a alguna cafetería o establecimiento próximos. Consta de sándwiches, bebidas, canapés y algo de picar.

Cóctel o recepción

En principio casi son sinónimos: en ambos casos los invitados comen y beben de pie. La diferencia radica en que la recepción es oficial y más formal, es ofrecida por una autoridad, el cóctel es más íntimo, más familiar, de amigos.

La ventaja de este tipo de agasajo es que permite invitar a un mayor número de gente, y no importa mucho que algún invitado falle. No obstante hay que calcular bien el número de invitados pues hay que prever comida suficiente para ellos y también disponer de una sala con espacio suficiente para todos. Lo que no se plantea es la colocación de los invitados pues al ser de pie, éstos pueden circular libremente y hablar con unos y con otros.

En cuanto a la duración, ésta suele ser de unas dos horas para la recepción y de tres como máximo para el cóctel.

Recepción

Cóctel

Los anfitriones deben recibir y saludar a sus invitados, si es posible también deben despedirlos y por supuesto atenderlos. Los anfitriones deben llegar con antelación al lugar y dado que durante los primeros treinta minutos suele llegar la mayoría de los invitados, éste será el tiempo que dedicarán los anfitriones a recibir a sus invitados. Después recorrerán la sala deteniéndose y charlando con todos.

En cuanto al contenido de la comida, se servirán alimentos que se puedan comer de pie: canapés, sándwiches, montaditos, fiambres, medias noches, pastelitos, etc. y bebidas.

Preparativos para la organización de una comida

Invitaciones, invitados

Como decíamos anteriormente, toda comida tiene un objetivo, en función de ese objetivo confeccionaremos un listado de invitados. Después redactaremos una segunda lista con posibles "invitados de repuesto". ¿Por qué hacer esta segunda lista? Pues porque en algunas ocasiones, si nos fallan muchos de los invitados de la primera lista, puede resultar la comida "pobre" en cuanto a la asistencia y conviene invitar a otros que ocupen su lugar.

Envío de invitaciones

Las invitaciones constituyen un mensaje que enviamos y a través de ellas transmitimos nuestra imagen o la de nuestra empresa. Elija pues el material adecuado, normalmente de cartulina, de gramaje notable, es decir dura. La impresión puede ser en relieve (más costosa) o lisa. En cuanto al color, son preferibles los colores tenues: blanco, beige o un tono suave (dependerá del tipo de empresa y lo que quiera comunicar y organizar).

El texto debe ser sobrio, claro y conciso. Es muy importante repasar bien el texto para comprobar que todo es correcto y posteriormente revisar también la invitación ya confeccionada.

En la presentación figurará el logotipo o anagrama de la empresa o del anfitrión normalmente en la parte superior de la cartulina, centrado.

Por lo que respecta al tiempo de antelación para el envío es variable dependiendo del tipo de acto. Para una boda lo aconsejable es hacerlo un mes y medio antes. Si se trata de un acto con asistencia de algún miembro de la Casa Real, cursaremos la invitación con tres meses de antelación. En ocasiones menos formales, bastará con quince o veinte días.

Es usual que en las invitaciones se utilicen abreviaturas, que corresponden a fórmulas oficiales de etiqueta procedentes del francés, ya que éste era el más extendido y el utilizado en la diplomacia antes de que fuera desplazado por el inglés.

Respuestas

A una invitación formal, lo correcto es responder de manera formal sobre un tarjetón de cartulina escrito a mano. No obstante, si la respuesta de nuestro invitado tarda, se puede confirmar su asistencia por teléfono.

Es deber del invitado responder a la invitación, tiene que decidirse y no son correctas frases como:"Depende...". Nunca se debe dar algo por hecho. Algunos invitados piensan que si no dicen nada se entiende que no van a ir, otros lo contrario, así que para evitar malentendidos y poder organizar la comida o el evento, acepte o rechace la invitación pero no lo demore.

En las bodas es usual que los novios envíen junto con la invitación, una tarjeta ya confeccionada con sobre incluido y a veces hasta con sello para que los invitados se limiten a poner el número de personas que asistirán. Pues muchas veces ni con esas facilidades reciben la contestación. Semejante proceder es signo de una falta de consideración y descortesía.

El invitado debe además agradecer la invitación.

Confección del listado de invitados confirmados, listado de invitados por precedencia

Con los nombres de las personas que han confirmado asistencia, se confecciona una lista, colocando a los caballeros por un lado y a las señoras por otro.

Haciendo uso de la precedencia, colocaremos a los invitados en una lista, adjudicándoles un número de orden.

Si son cargos oficiales, es fácil la prelación ya que existe un Real Decreto 2099/83 por el cual se establece la precedencia de las autoridades. (Ver en la biblioteca). En cuanto al ámbito empresarial, en la mayoría de las empresas existen organigramas que determinan la jerarquía de los ejecutivos.

Por lo que respecta a la ordenación de personalidades eclesiásticas o militares, habrá que consultar a la Nunciatura Apostólica o al Ministerio de Defensa.

El problema radica en los actos de naturaleza mixta: oficial, empresarial, eclesiástico, militar y privado, aquí la situación se complica.

La técnica es elaborar varias listas de invitados compuestas cada una de ellas, por las personas pertenecientes a un mismo colectivo.

Para el colectivo empresarial, el criterio dependerá de su puesto o relevancia del cargo que ostente cada uno, esta es la técnica de la interpolación o peinado. ¿Cómo hacer con los presidentes por ejemplo de dos compañías? Aplicaremos el sentido común y barajaremos una serie de variables: la relevancia social de nuestro invitado, el cargo, la antigüedad en él, la edad, el sexo, el motivo de la convocatoria. Cuando dos personas gozan de la misma importancia, pasará antes el de mayor edad. Las señoras preceden a los señores.

Cuando los invitados van acompañados de sus cónyuges, éstos se ordenarán según el rango de su pareja, el mismo tratamiento recibirán los acompañantes.

De todas formas, el anfitrión tiene la libertad de aplicar la precedencia a su libre albedrío dentro de unos márgenes razonables de actuación, basados en la coherencia y el sentido común.

Habiendo colocado un número de orden a los invitados, colocarlos a la mesa será fácil. Deberán cumplirse ciertas normas:

a) Alternancia de sexos. No podrán sentarse dos señoras juntas. Dos caballeros sí.
b) Descanso matrimonial. Los matrimonios no pueden sentarse ni de lado ni a ser posible tampoco de frente, excepto las presidencias.
c) En el sistema de colocación de presidencias a la francesa, las señoras no deberían quedar solas en la punta de la mesa, con lo cual habría que invitar a algún caballero más.
d) Cuidado con los números 13 y 14. El número 13 simboliza la mala suerte, con lo cual hay que evitar ser trece en la mesa, habrá que invitar a catorce. Y si tenemos 14 invitados y nos falla uno, habrá que pensar en colocar a otra persona para que ocupe su lugar.

• Si a una comida asisten invitados extranjeros, hay que intentar mezclarlos con los del país, por lo tanto se procurará no sentar a dos personas extranjeras juntas. Evitaremos sentar juntas a dos personas que hablen idiomas diferentes, para lo cual les sentaremos con alguien que hable su mismo idioma o un tercer idioma que conozcan.

Si un invitado extranjero tiene la misma categoría que uno del país, por cortesía, se le otorgará la precedencia al invitado extranjero. También por deferencia, no se le colocará en la punta de la mesa.

En la colocación de los invitados, además de la precedencia, tendremos en cuenta otras cuestiones. No sentaremos juntas a personas que no se lleven bien, buscaremos una cierta afinidad entre ellas.
En las comidas exclusivamente de empresa no siempre se pueden mantener estas reglas pues al igual que sucedía en las presentaciones, lo que cuenta en el mundo empresarial es, independientemente del sexo, el cargo que ostenta la persona.

Las mesas

Cuando se organiza un almuerzo, cena o banquete, hay que saber el espacio con el que se cuenta y el tipo de mesas que se va a emplear.

El salón deberá tener el tamaño adecuado para el número de comensales.

Igual de incómodo resulta un salón enorme con pocos comensales, que uno pequeño en el que los invitados están apretujados Es aconsejable que la altura de la mesa sea de 80 centímetros y que cada persona cuente con 60 centímetros para estar cómoda.

La mesa en su composición, aunque no lo parezca a simple vista, es la gran protagonista. Debe considerarse "sujeto" de gran atención, escogiéndose la estructura más adecuada, según el número de comensales y la propia del salón-comedor.

Colocación de las presidencias

Las personas que presiden una mesa son generalmente los anfitriones.

Existen dos maneras de colocación de las presidencias:
a) Sistema francés, con las presidencias en el centro de la mesa.

Para ubicar al anfitrión, se toma como referencia la ventana. El anfitrión o primera presidencia se sienta de espaldas a la pared mirando a la ventana, por una costumbre histórica de supervivencia. En efecto, en la Edad Media el señor, propietario del castillo, estaba luchando en el campo de batalla o bien comiendo, momento que podían aprovechar los enemigos para atacar el castillo. De esta forma, el caballero se sentaba frente a la ventana para que en el caso de que apareciera el enemigo pudiera coger su arma y defenderse.

Ventajas e inconvenientes

Ventajas
Favorece la conversación importante, al estar las dos presidencias situadas enfrente, la una de la otra, en suma proximidad, permiten una agrupación de los invitados de mayor categoría, ubicados sucesivamente a derecha e izquierda de las presidencias, formando así un polo concentrado de conversación importante. De este modo, las personas relevantes están juntas y pueden hablar entre sí, en conjunción con los anfitriones; por esta razón, el sistema francés es el mayoritariamente usado, sobre todo, en las comidas oficiales.

Inconvenientes
Perjudica la conversación en los extremos, al estar polarizada la más importante en la parte central de la mesa, los invitados de menor categoría situados en los extremos, constituyen una mera "comparsa" del centro, y su conversación, de carácter "pasivo" y entreverada de silencios, en el fondo, se limita a "escuchar" la conversación activa y relevante que tiene lugar en el centro de la mesa; resalta las categorías.

La segunda presidencia (la anfitriona) se coloca de espaldas a la ventana mirando a la puerta de servicio. Tradicionalmente la mujer gobernaba la casa y se ocupaba del servicio.

En este caso, el número de comensales ha de ser impar para que haya un punto central en cada una.

Cuando acude un gran número de invitados, con el fin de identificar las presidencias, se separan sus sillas de las demás o bien se giran.


b) Sistema inglés, con las presidencias en las puntas de la mesa.

En esta disposición, ¿dónde se colocan las presidencias? La ubicación de las presidencias no es válida en función de ventanas-entrada del servicio, como en el sistema francés. En este sistema, la 1ª presidencia-anfitrión ha de mirar la entrada de los invitados y la 2ª presidencia-anfitriona la de la entrada de servicio.

Con los nombres de las personas que han confirmado asistencia, se confecciona una lista, colocando a los caballeros por un lado y a las señoras por otro.

Haciendo uso de la precedencia, colocaremos a los invitados en una lista, adjudicándoles un número de orden.

Normalmente, ello depende de la situación de estas puertas, pero la definición, viene dada por el lugar de entrada de los invitados, pues el anfitrión ha de darle siempre el frente, nunca la espalda, lo que sucede, es que usualmente la puerta de ingreso del servicio está aproximadamente en el lado opuesto, por lo que la anfitriona, a su vez le da la cara.

Ventajas e inconvenientes

Ventajas
La conversación es más uniforme y general, al estar la presidencia en las puntas y a su alrededor los invitados principales, se producen dos polos de conversación importante en los extremos.

En consecuencia, a los invitados de menor categoría, situados en el centro de la mesa, les es más fácil incorporarse a la conversación importante, pues la tienen a la derecha e izquierda en cada banda.

El resultado es una conversación más uniforme, fluida y general, disimula las categorías, ya que los invitados de menor categoría al estar inmersos en el centro de la mesa, rodeados por su derecha e izquierda de los de mayor importancia, ven disimulada su situación secundaria.

Inconvenientes
Esta disposición tiene un grave inconveniente, al quedar alejadas las presidencias con el largo de la mesa, los invitados relevantes quedan partidos en dos grupos opuestos, separados entre sí por el grupo de invitados de menor categoría, por lo cual la conversación unitaria y secundaria no es posible, incluso el anfitrión no puede hablar con su principal invitado pues si la comida es con señoras, como si lo es sólo con caballeros, este invitado de honor, estará usualmente situado enfrente y demasiado lejos.

La conversación

Hablar con amigos o familiares es generalmente fácil pues les conocemos lo suficiente para saber qué temas les interesan y cuáles son sus actitudes ante la vida. El problema lo tenemos cuando estamos frente a simples conocidos e incluso desconocidos.

Todo el mundo en alguna ocasión se habrá visto sentado en una mesa (banquete de boda, por ejemplo) u otras ocasiones, en las que no conoce a nadie o casi nadie de los que están sentados. ¿Qué hacer? Pues para empezar, presentarse, si el anfitrión no lo ha podido hacer, y empezar a hablar. No se deben hacer apartes con la persona que conocemos, en este tipo de situaciones hay que tratar de integrar a los comensales de la mesa en la conversación.

Evidentemente esto le resulta más fácil a las personas extrovertidas, ya que su carácter expansivo les ayuda a comunicarse con los demás. Las personas tímidas o retraídas suelen permanecer calladas y no se atreven a romper el hielo. Pero unos y otros debemos hacer un esfuerzo para conversar y así pasaremos un rato agradable.

Lo primero que se nos plantea es ¿cómo iniciar la conversación? Y, ¿de qué temas hablar? Podemos empezar presentándonos, tal como indicábamos, para seguir con algún elogio hacia la novia, novio, invitado de honor, lugar en el que nos encontramos (restaurante, ciudad, pueblo, país) o la comida por citar algún ejemplo. Y de estos primeros momentos, la conversación irá desarrollándose por otros caminos.

Evidentemente los temas a tratar con desconocidos o gente poco conocida son de tipo general: viajes, exposiciones, libros, teatro, música, acontecimientos de relevancia, etc.

No hay que sacar temas que pueden dar lugar a enfrentamientos y acaloradas discusiones o poco adecuados. No se habla de política, ni de religión, ni de sexo o de temas íntimos. Hay que tener especial cuidado con el fútbol pues a veces es problemático.

En las comidas no se tocan temas de enfermedades, ni escatológicos, ni de fallecimientos. Tampoco hay que hablar de temas que puedan causar cierta repugnancia al comer.

Si está usted en una reunión de trabajo, se pueden sacar temas relativos a la profesión que darán pie a otros temas, pero en caso contrario, hable lo justo de su trabajo pues puede aburrir a su interlocutor. Tampoco se extienda hablando de gente que los otros no conocen, cuente alguna anécdota y pase a otro tema.

Si la conversación que está manteniendo es seria, no frivolice contando chistes.

Tampoco aproveche la ocasión para presumir de lo que es, de sus logros personales o de lo que tiene.

Recomendaciones

  Escuche a los demás, deje que todo el mundo participe, no monopolice la conversación. No se trata de un monólogo.

  Establezca empatía con sus interlocutores hablando de temas que les interesen.

  Respete las opiniones de los demás.

  Demuestre su interés a la otra persona, preguntando o reforzando su atención con palabras como:”sí”, “por supuesto”.

  No hable de manera pedante o con tono de superioridad.

  Sea cortés, no apabulle al resto de personas, sobre todo si tienen un nivel intelectual más bajo.

  No critique a nadie y no permita que los demás lo hagan.

  No propague rumores.

  No sea vulgar, no diga palabras malsonantes.

  No corte a nadie mientras está hablando.

El menú, la espera, la despedida

El menú

Si ha invitado a un reducido número de personas, lo usual es que cada uno elija lo que más le apetezca, de acuerdo con su gusto personal. Si el número de invitados está entre diez y quince personas, se pueden elegir dos o tres menús que contemplen varias posibilidades. Si el número de comensales es mayor, se puede optar por un menú cerrado.

Los alimentos

No elija alimentos difíciles de comer que puedan poner en un aprieto a sus invitados ni tampoco alimentos que puedan producir cierta prevención por muy exquisitos que sean (caracoles, sesos, hígado, riñones, callos, etc.). Y por supuesto a la hora de confeccionarlo tenga en cuenta la nacionalidad, costumbres y religión. Los musulmanes por ejemplo no toman carne de cerdo ni derivados, ni tampoco beben alcohol. Así que si los lleva a Segovia, donde la especialidad es el cochinillo, elija cordero. Y si va a hacer un brindis, tenga previsto zumo de naranja para estos invitados.

Procure enterarse de otras cuestiones, tales como posibles alergias o enfermedades que padezcan. Sería una torpeza invitar a una gran mariscada cuando su invitado es alérgico al marisco.

El vino

En cuanto a la elección del vino, ésta recae sobre el anfitrión, pues en cuestión de caldos, las posibilidades son infinitas y los precios también. El anfitrión, de acuerdo con su presupuesto, sabe cuánto puede o está dispuesto a gastar en este capítulo. En el caso de que no sea un experto, déjese aconsejar por el establecimiento

La cuenta

En lo relativo a la cuenta, paga quien invita (el directivo con cargo a la empresa, la empresa que tuvo la iniciativa). Y en estas cuestiones, procure ser preciso con el lenguaje. No es lo mismo decir: "le/te invito o les invitamos a comer" que "podemos quedar para comer". En el segundo caso, uno puede sentirse generoso e invitar o bien se paga a partes iguales, cosa muy normal entre amigos o colegas de trabajo.

Si tiene confianza con su invitado, puede pedir la cuenta al camarero y pagar delante de él. Si por el contrario es una persona de gran categoría o no tiene mucha relación con él, hágalo discretamente. Hable previamente con el establecimiento para que le envíen la factura a la empresa, levántese discretamente de la mesa y páguela o despida a su invitado y después pague la minuta. En cualquier caso, evite pagar delante de él con el fin de que no se sienta incómodo.

La espera

El anfitrión debe estar en el lugar antes que los invitados para recibirlos o en todo caso llegar a la vez (cuando les recogemos). La excepción a la regla es en las bodas, donde los novios son los últimos en llegar.

Por lo tanto, sea puntual. ¿Se imagina organizar una cena en su casa, llegan los invitados y usted no está?

Espere a su invitado en la barra del restaurante, tomando un aperitivo, que ofrecerá también a su invitado cuando llegue. Seguidamente pasarán al comedor.

Si el restaurante no dispone de barra, puede esperarle sentado a la mesa. Ahora bien, la opción anterior es más cortés pues le evita al invitado el hecho de preguntar e ir solo hasta la mesa.

La despedida

Finalizada la comida, y si el invitado es de confianza, acompáñele hasta la puerta del establecimiento y despídase de él.

Si la persona es de elevada categoría, deberá acompañarle hasta su coche, o pedirle un taxi.

Hablar en público

Consideraciones generales

Toda exposición oral que se precie ha de seguir tres fases. Una primera de planteamientos previos, en la que se establece el tema; el carácter más o menos formal, si es informativa o persuasiva, etc.; el tipo de auditorio para adecuar bien la exposición a sus destinatarios; y, sobre todo, la finalidad o propósito pretendido.

La siguiente fase es la de preparación, en la que se busca, selecciona y se ordena la información que se desea transmitir a partir de unas ideas principales (tesis), y que culmina con la elaboración del discurso.

La fase definitiva es la puesta en escena, donde se procede a la pronunciación o lectura del discurso. Para tener éxito, aparte de una buena preparación previa, se deben tener en cuenta ciertas recomendaciones acerca de la audición, gesticulación y animación.

En cuanto a la cuestión de si un discurso debe ser pronunciado sin papeles o con ellos, e incluso, de si se puede leer o no, diremos que la lectura es totalmente lícita, siempre y cuando se lea bien en público. En cualquier caso, conviene utilizar al menos un guión como hilo conductor. El gráfico recoge los "pros" y "contras" de las tres posibilidades en el desarrollo de una exposición. Antes aclaremos que un discurso abierto es aquel que se va improvisando a medida que se habla; por el contrario, uno cerrado es el realizado de antemano.

Para aprender a hablar en público es necesario empezar a hablar. Esta frase no es lapidaria, sino una verdad de la experiencia. Podemos conocer perfectamente toda la teoría, pero mientras no dominemos la práctica no conoceremos realmente lo que nos puede suponer hablar en público. A andar se aprende andando, a hablar, hablando.

Atención

Lógicamente, como para realizar correctamente cualquier actividad, es preciso entrenarse, practicar y hablar en público y esto debe hacerse según ciertas normas y reglas.

El arte de la oratoria

En el arte de la oratoria podemos distinguir cuatro componentes esenciales:

- La presencia.
- El vocabulario.
- La síntesis.
- La dicción.

La PRESENCIA puede considerarse casi un don, es el magnetismo por el cual el público nos presta su atención. Pero, a pesar de esto, la presencia se puede ensayar y cultivar. Puede suceder que nuestra falta de presencia proceda de la imposibilidad de "dominar" al público, de persuadirle, de interesarle en el objeto de nuestra comunicación. Pero también puede ser que no sepamos explotar nuestro propio magnetismo personal. Esto se debe fundamentalmente a la falta de entrenamiento. Entrenamiento que debemos realizar a tres niveles:

- Nivel espiritual: formaremos nuestro carácter personal hasta el punto de encontrar un equilibrio adecuado a nuestra forma de ser. Esto nos ayudará a enfrentarnos al público con mayor fuerza de ánimo.

- Nivel cultural: aquellas personas que tienen un amplio nivel cultural, que dominan su oficio, que tienen un conocimiento real sobre el tema que pretenden exponer, siempre tendrán mayor facilidad para interesar al público.

- Nivel técnico: es preciso saber hablar correctamente para sacar el máximo rendimiento a nuestro magnetismo personal. Deberemos esforzarnos por utilizar aquellas palabras que realmente expresen lo que queremos decir.

Por lo que respecta al VOCABULARIO, éste tiene que ser adecuado al momento comunicativo y a nuestros interlocutores. Hay que evitar los vulgarismos, pero también palabras que pueden sonar "rimbombantes" y sean de difícil comprensión. El vocabulario debe ser preciso, evitando en lo posible otras interpretaciones. No hay que emplear frases o términos ambiguos, de múltiples significados como las llamadas palabras comodín (vocablos como tema, cosa...).

En cuanto a la SÍNTESIS, debemos procurar expresar las ideas sin un exceso de palabras.

La DICCIÓN deberá ser clara, articulando bien las palabras para que el mensaje sea inteligible.

Preparación

Para hablar en público es necesario preparar cuidadosamente los siguientes puntos:

Público

Lo primero que debemos tener en cuenta es ante qué tipo de público o auditorio tendremos que hablar, para ello daremos respuesta a las siguientes preguntas:

— ¿Qué número aproximado de oyentes asistirán al acto?
— ¿Cuál es su edad, su condición social, etc.?
— ¿Cuál es su grado de interés real sobre el tema que vamos a exponer?
— ¿Cuáles son sus expectativas?
— ¿Son personas conocidas?
— ¿Su asistencia es obligada o voluntaria?
— ¿Habrá personas extranjeras?
— ¿Se utilizarán los servicios de un traductor simultáneo?

Tema

El tema de la exposición es el asunto o materia sobre el que va a versar nuestra exposición y puede ser clasificado en:

— Actual.
— Científico.
— Divulgativo.
— De interés social.
— De interés interno para la empresa.
— Sugerido o impuesto.
— Etc.

Objetivo

Una vez fijado el tema debemos delimitar el objetivo de la exposición, es decir, aquello que pretendemos comunicar al público asistente al acto.

Idea principal

Todo objetivo tiene una idea principal que debe ser en la que nos basemos para realizar nuestra exposición. Esta idea la repetiremos varias veces a lo largo de la charla y en la conclusión final.

Ideas de apoyo

Las ideas de apoyo son las que dan soporte a la idea principal, desarrollándola y deben contestar a todas las posibles preguntas que el público se plantee al oír la idea principal tales como:

— ¿Qué?
— ¿Cuál?
— ¿Quién?
— ¿Cómo?
— ¿Dónde?
— ¿Cuándo?
— ¿Cuántos?
— ¿Por qué?

Esquemas y notas

El siguiente paso será preparar los esquemas que utilizaremos durante la exposición. No es conveniente redactar la exposición ya que, probablemente, una vez frente al público, tendremos la tentación de leer lo que hemos redactado.

Es preferible limitarse a preparar unos esquemas que nos sirvan de hilo conductor y que nos permitan improvisar un poco para dar un toque de frescura y espontaneidad a nuestra charla. Por supuesto, esto no implica que no prepare concienzudamente el tema de su exposición, muy al contrario, esto supone un gran conocimiento del tema.

No obstante, es perfectamente lícito leer un discurso pero para ello hay que realizar una lectura inteligente.

Introducción, Exposición, Conclusión y preguntas

Durante la exposición, recuerde que lo primero que debe hacer es presentarse a sí mismo, si no lo ha hecho ya alguno de los demás conferenciantes:

— Diga su nombre y cargo.
— El porqué de su presencia.
— Ponga título a su exposición de modo que sirva para centrar el tema sobre el que va a tratar.
— Intente despertar la curiosidad del público mediante algún ejemplo o anécdota interesante y curiosa.

- No se disculpe con frases como: ”No soy orador” que desmerece su situación, ya que a usted se le ha encomendado algo para lo cual se supone que está preparado.
— Si durante la exposición se queda bloqueado, en blanco, intente obtener unos segundos de reflexión preguntando al público sobre lo que ya ha sido expuesto o amplíe el último punto sobre el que ya ha hablado.
— Recuerde que los medios audiovisuales son de gran ayuda para reforzar lo que estamos exponiendo ya que son la representación gráfica de las ideas, principal y de apoyo, del tema que estamos tratando.
— No abuse de los tecnicismos.
— Siempre terminaremos nuestra exposición con un breve resumen de los puntos o ideas principales. Recuerde que aquello que se dice en último lugar tiene más probabilidades de ser recordado.
— Una vez finalizada nuestra exposición permitiremos que el público nos plantee sus dudas y preguntas.
— No menospreciaremos ninguna pregunta por elemental y obvia que nos pueda parecer.
— En el caso de que no haya nadie para hacerlo, establezca y modere el turno y tiempo de exposición.
— Nuestras respuestas siempre serán claras, amables y sencillas, evitando siempre el tono de superioridad.

Ante el público: actitudes

Uno de los aspectos más importantes para hablar en público es tener siempre presente a qué tipo de público vamos a dirigir nuestro mensaje.

Pero el estudio del público presenta normalmente una serie de incógnitas difíciles de resolver, por lo que, cuanto menor sea nuestro conocimiento sobre él, mayor será nuestro grado de angustia o excitación.

Para evitar este "sufrimiento" innecesario existen una serie de normas racionales que nos facilitarán su conocimiento:

1º Conocer al público

En principio, intentaremos conocer con la mayor exactitud posible a nuestro futuro público. Se trata de dar respuestas a las siguientes preguntas:

— ¿Quiénes asistirán?
— ¿Cuál es su edad media?
— ¿Cuál es su mayor preocupación?
— ¿Qué opiniones tienen sobre el tema que les vamos a comunicar?
— ¿Qué esperan obtener de nuestro mensaje?

Lógicamente, la aproximación a nuestro público dependerá, en gran parte, de la posibilidad de encontrar el mayor número de respuestas claras y concisas a los interrogantes que hayamos planteado.

2º Conocer el objetivo de nuestra charla

Debemos conocer perfectamente qué es lo que tenemos que comunicar, es decir, el objetivo de nuestra charla en público. Pero también es necesario decidir por dónde quiere uno conducir a dicho público, es decir, qué tipo de razonamiento vamos a utilizar, cómo vamos a estructurar el mensaje.

Ambas cuestiones, fijar el objetivo y el razonamiento del mensaje, necesitan una preparación minuciosa sobre papel. Y, aún así, en el transcurso de la disertación, uno se va dando cuenta de que olvidó tal detalle, un eslabón del razonamiento que habíamos preparado tan cuidadosamente, etc. No se preocupe, es cuestión de práctica… la próxima vez saldrá mucho mejor.

3º Aislarse del ruido

Si es posible, intente aislarse del ruido y la agitación aproximadamente una media hora antes de iniciar su charla. Esto le ayudará a tranquilizarse y a concentrarse en lo que va a hacer. Si se pone nervioso haga algún ejercicio de respiración y, recuerde que el café es excitante.

4º Conocer de antemano el escenario

Siempre es aconsejable conocer de antemano el escenario o sala en el que se va a hablar, la acústica, la luz, etc. Estos no son los mejores momentos para recibir sorpresas.

5º Cuidar nuestra forma de vestir

Por último, debe poner cierto cuidado en su forma de vestir. Elegir el vestido o traje en función del público, de la ocasión y, fundamentalmente, de la comunicación que se va a hacer, ayudará a que nuestra apariencia física sea la adecuada. Recuerde que la primera imagen que tenga el público será por su aspecto personal. Procure no dar una primera imagen desfavorable.

Si está obligado a hablar sentado, no se hunda en el asiento ni se eche hacia delante sobre la mesa.

Gesticulación

Cuando hablamos, nuestro cuerpo no se queda quieto y rígido, muy al contrario: cada palabra es apoyada por un movimiento corporal o un gesto.

Los actos que dan énfasis al ritmo verbal se denominan señales batuta, es decir, aquellas señales que, a modo de batuta del director de orquesta, marcan el compás de los pensamientos hablados. El objetivo de estas señales es remarcar los puntos de énfasis de nuestro discurso o mensaje. Su papel es tan importante y su realización tan inconsciente que incluso se hacen cuando el interlocutor no puede vernos, como por ejemplo en cualquier conversación telefónica.

Así, cuando hablamos, nuestras manos no permanecen casi nunca quietas, agarran el aire, señalan objetos o personas inexistentes, etc.

Estos movimientos sirven para conducir, como si fuera música, nuestras palabras, para hacer mucho más comprensibles los mensajes a los interlocutores u oyentes.

Normalmente, cuando hablamos en público gesticulamos más que en una conversación cara a cara, ya que tenemos que ganarnos al público, su atención, y para ello nos esforzamos apoyando gesticularmente nuestras palabras. Cuando hablamos en público obtenemos menos estímulos del público que de un interlocutor solitario, porque éste sonríe y asiente todo el tiempo, dando la impresión de que nos sigue perfectamente en el desarrollo de la conversación. En cambio, el público no nos muestra su aprobación a cada minuto, con sonrisas ni asentimientos ya que, todos los individuos que componen el público forman parte de una masa y no sienten ninguna relación personal con el orador.

Por ello, debe captar su atención. Si está leyendo su discurso no olvide levantar la mirada y dirigirla a toda la audiencia, a izquierda, derecha, delante y atrás. Y recuerde algo muy importante: son personas quienes le están escuchando, dele a su discurso énfasis, emoción, y en el supuesto de que ya haya pronunciado el mismo discurso o parecido en reiteradas ocasiones, dígalo como si fuese la primera vez que lo hace.

Respiración

La respiración es otro aspecto que deberemos cuidar para mejorar nuestra oratoria frente al público. A muchas personas les falta el aire y se sofocan hablando, sin saber por qué. Otras, el tono de su voz carece de acento, especialmente al final de cada frase. Otras tardan demasiado en tomar aire entre frase y frase, lo que provoca un ritmo entrecortado en el discurso. Pero, la mayoría, no se toman ningún tiempo para respirar. Todos estos pequeños fallos que perjudican nuestro discurso se pueden mejorar si realizamos una respiración correcta.

Hablar en público supone respirar a un ritmo algo más rápido y más profundo, sobre todo si tenemos que hacer llegar nuestra voz hasta el fondo de la sala. Debemos esforzarnos en mantener una presión igual de aire al nivel de las cuerdas vocales, para que la voz no decaiga por falta de aire, sobre todo al finalizar las frases.

También es conveniente tomar el aire algo más rápidamente de lo normal para no cortar el ritmo de las palabras ni interrumpir el flujo de ideas.

Es aconsejable respirar por la nariz, de modo que podamos reservar la respiración por la boca para los casos en que se necesita de una mayor cantidad de aire, es decir, en aquellos momentos de elocuencia desbordada o cuando tenemos que levantar la voz más de lo normal.

¿Cómo debemos espirar este aire una vez inspirado?

Espiraremos el aire de una forma lenta y economizada, de modo que lleve el mayor número de sílabas, en una sola toma, lo que nos evitará la necesidad de inspirar continuamente y mantener el ritmo de nuestra exposición.

Por otro lado, la espiración del aire también debe permitirnos reforzar las palabras más importantes de las frases.

En definitiva, nuestro modo de respirar debe proporcionarnos, lo que normalmente se denomina una voz asegurada, es decir, cuando nos permite elegir el registro más adecuado a cada situación concreta y hablar a lo lejos, sin hablar fuerte y, por supuesto, sin gritar.

Uso del micrófono

En cuanto al uso del micrófono, cuando el mismo está colocado a la vista del público nunca debe servir para escondernos detrás de él, es decir, el micrófono no puede ser la excusa para perder de vista a las personas que forman el público y que están delante de nosotros mirándonos.

Además, deberemos controlar no salir de la zona en la que el micro capta claramente la voz, pues si nos alejamos más allá de ese límite, el volumen sonoro de nuestra voz disminuirá notablemente sin que nosotros nos demos cuenta de ello.

Pero, por el contrario, si nos acercamos demasiado, la voz saldrá poco natural, metalizada y con poca nitidez.

Cada micrófono tiene una distancia óptima que deberemos ensayar antes de utilizarlo para nuestra exposición y, por supuesto, sin que el público esté presente, de manera que, posteriormente, no sea necesario forzar la voz para hacernos oír por todos.

Un micrófono bien abierto debe captar todas las modulaciones, todos los cambios de registro y de intensidad de nuestra voz.

Y otro consejo, tenga cuidado con sus palabras en los tiempos aparentemente muertos.

Más de una vez el orador no se ha percatado de que el micrófono estaba abierto y ha dicho alguna inconveniencia o frase poco afortunada.

Algunas formas breves de discurso

Lo más probable es que en alguna ocasión tengamos que realizar un brindis, presentar a un conferenciante, agradecer algo, felicitar a alguien, ofrecer un regalo, exponer las conclusiones de un informe, las líneas de un proyecto, etc.

Todos estos tipos de discurso deben caracterizarse por su brevedad y por conseguir una finalidad muy concreta que puede ser aclarar algo a los oyentes, emocionarles, convencerles, divertirles, etc. según el caso, o simplemente, plantear un problema o una resolución concreta.

Para presentar a un conferenciante no es necesario hacer un cuadro demasiado vasto del personaje ni un currículum completo y triunfalista. El público puede pensar que lo que está diciendo lo hace por compromiso hacia la persona que está presentando. Siempre es preferible decir algo que predisponga a la escucha, algo que sirva de acercamiento a dicha persona con el público.

Si tenemos que ofrecer un regalo, expresaremos el motivo de dicho obsequio y el significado que tiene para quienes lo hacen, sin sobrepasar lo tres minutos de charla.

Los brindis

Es habitual que con motivo de la visita de un Jefe de Estado o de cualquier otra personalidad a nuestro País o a nuestra empresa (políticos, empresarios invitados, deportistas, etc.) se le ofrezca un banquete en su honor. Y lo normal es que se haga un pequeño discurso.

En Europa y en casi todo el mundo, los brindis pronunciados en los banquetes tienen lugar al término de la comida. En los Países Escandinavos, Extremo Oriente y en algunos estados africanos, el brindis se efectúa al comienzo de la comida.

Si el café y los licores se sirven en la misma mesa donde ha tenido lugar la comida, se esperan cinco minutos para pronunciar los discursos y proceder a los brindis.

Si el café y las bebidas se sirven en otro salón, el brindis se hará al terminar el postre.

En estos casos, el primer discurso lo pronuncia el anfitrión y después el invitado de honor.

En los homenajes, el brindis comienza con el presentador u organizador del acto explicando el motivo del homenaje para seguidamente dar paso al resto de los oradores (amigos, jefes, familiares). Éstos hablarán del homenajeado desde diferentes puntos de vista. Finalmente el homenajeado agradecerá la presencia de los invitados y sus muestras de cariño, dando por concluido el acto.

En otro tipo de actos, inauguraciones, actos académicos, el orden de los discursos es de menor a mayor categoría. Si bien en ciertas ocasiones, este orden puede verse alterado abriendo el acto la persona de mayor jerarquía dando la bienvenida a los asistentes, presentando seguidamente a los oradores en orden inverso a la importancia de los participantes, finalmente la misma persona que empezó el acto es la encargada de clausurarlo.

Las reglas que hay que tener en cuenta son las siguientes:

•  Brevedad: no exceder de siete u ocho minutos.

•  Inteligibilidad: sencillos.

•  Ser buen orador: sea ameno, no hable muy deprisa.

•  Conocer el tema.

•  Procurar no improvisar.

En cuanto a su contenido, suelen constar de:

•  Saludo de bienvenida al invitado de honor.

•  Explicaciones sobre el motivo del acto o reunión y palabras de agradecimiento a los invitados por su presencia.

•  Realización de un brindis con los mejores deseos para el invitado de honor, su empresa o institución y su país, si es extranjero. Acto seguido, toma su copa con cava (nunca con agua), la levanta a la altura de los ojos y bebe. Los invitados hacen lo mismo excepto el homenajeado.

La respuesta del homenajeado o invitado constará:

•  De unas palabras de agradecimiento.

•  Contestación a las palabras del anfitrión y muestras de amistad para todos los presentes.

•  Seguidamente, el homenajeado brinda por los presentes, levanta su copa y dirigiendo la mirada a los invitados, sonríe y bebe.

Recomendaciones para la lectura en voz alta

Hay que realizar una lectura inteligente en la que se resalten las palabras más importantes de cada frase de tal manera que los oyentes participen plenamente del ritmo del texto. Para ello es necesario trabajar el texto. Le aconsejamos ensayar, sobre todo si es la primera vez que realiza un discurso. Lo mejor “soltarle” el discurso a alguien de su confianza para que le indique los fallos. Otra solución es ensayar ante un espejo para observarse y ensayar los gestos. Deberá cronometrar el tiempo de su exposición teniendo en cuenta que tiene que tardar lo mismo en leer cada hoja, si todas tienen la misma extensión. Es muy frecuente que a causa de los nervios, el orador empiece muy deprisa y luego vaya a un ritmo más lento ya que se va tranquilizando o bien al contrario que empiece bien y luego debido a que está deseando acabar, se acelera y habla excesivamente deprisa.

Las pautas a seguir son las siguientes:

  Mecanografiar el texto en hojas sueltas, y por una cara.

  Tamaño de la letra, espaciado e interlineado adecuados a la lectura (más grandes de lo habitual para ver bien y que permitan los saltos de vista).

  Ocupar de la mitad a dos tercios superiores de la hoja para no inclinar la cabeza.

  No llenar las hojas, para pasarlas poco a poco y evitar la sensación de pesadez.

  Destacar, sin abuso, las ideas para enfatizar e incidir en ellas.

  Utilizar adecuadamente (para leerlos) los signos de puntuación.

  Proporcionar una extensión equilibrada a los párrafos.

  Familiarizarse con el texto con varias lecturas preparatorias.

  Levantar la vista hacia el auditorio al final de cada párrafo u hoja.

  Terminada una hoja, se pasa sin dar vuelta, dejándola a un lado.

  Los folios deben ir numerados, sin grapar.

  Evitar incisos aclaratorios, salvo por necesidad y terminado el párrafo.

  Hacer pausas para descansar y aprovecharlas si se pierde línea.

  Leer pensando que lo hace para otras personas.

La atención al teléfono

El teléfono es un instrumento comercial y empresarial imprescindible en la comunicación en la empresa. En muchas ocasiones es la primera imagen que tenemos y a veces la única.

Por esta razón debemos cuidar al máximo nuestra actitud durante una comunicación telefónica. Con respecto a la actitud física que debemos adoptar a la hora de comunicarnos por teléfono es necesario que estemos bien sentados en la silla; esto permitirá que nuestra voz salga fluida y sin problemas. Si mantenemos una actitud física correcta durante toda la comunicación podremos dominar nuestra voz con mayor facilidad y nuestro interlocutor nos entenderá sin ningún esfuerzo.

Por supuesto, es imprescindible mantenerse concentrado en la conversación. Si descuidamos nuestra conversación y nos distraemos, ya sea por los compañeros que nos rodean o buscando algún papel para tomar notas, posiblemente no escuchemos bien lo que ha dicho nuestro interlocutor por lo que no sabremos qué responder o nuestra respuesta no será todo lo adecuada que debiera.

Por lo tanto, uno de los aspectos fundamentales en estas comunicaciones es el saber escuchar bien, es decir, lo que normalmente se denomina escucha activa.

Es también imprescindible acostumbrarse a tomar notas mientras se está desarrollando la conversación, a hacer las preguntas oportunas para asegurarse de que se ha entendido el mensaje y de que nuestro interlocutor nos ha entendido perfectamente. No hay que terminar una conversación sin asegurarse de que no hay malentendidos. Esto no significa que haya que alargar la conversación, ya que siempre es preferible hablar lo justo e ir directamente "al grano", pero sin prisas y, lo que es más importante, sin terminar las frases del interlocutor. Escuchar activamente también supone tener un cierto grado de paciencia.

Normas generales

El cuidado de la voz

Otro componente fundamental a tener en cuenta es aprender a utilizar la voz pues es la herramienta de transmisión de los mensajes en las comunicaciones telefónicas.

Atención

En general, la voz es nuestra segunda imagen, pero en las conversaciones telefónicas es la primera y única ya que a través de la voz transmitimos a nuestro interlocutor sensaciones positivas o negativas. Hay que ejercitarla para que resulte timbrada, reposada y controlada. Pero, además, a la hora de explicar algo mediante el teléfono, la voz debe ser clara, neta, precisa y segura. Se recomienda escuchar el sonido de nuestra propia voz, controlar su tono: debe ser alegre, cálido, cómodo y comprensivo, debe estar bajo control, no hable agitadamente si está enfadado, con un tono fuerte; no hable muy rápido si está nervioso; no hable muy lento si está cansado; debe ser claro, directo y natural.

La sonrisa telefónica

Lo primero que debemos preguntarnos es si la sonrisa (sin carcajada, sólo el gesto de sonreír al otro) se percibe por teléfono, y la respuesta es: por supuesto que sí.

Cuando sonreímos durante la conversación telefónica imprimimos en ésta un carácter de cordialidad, de amabilidad, de interés y simpatía que nuestro interlocutor percibirá instantáneamente y ayudará a que su respuesta venga en el mismo sentido. Al sonreír se produce lo que en telemarketing se denomina efecto eco, es decir, que "una sonrisa atrae otra sonrisa". Por la misma razón, "una mueca atrae otra mueca".

Como hemos comentado anteriormente, el tono de voz es uno de los instrumentos de la comunicación telefónica, por lo que, aunque se esté aburriendo, no debe nunca permitir que se le note en su tono de voz. La mejor manera de asegurarse de que nuestra voz suena agradable al otro extremo del hilo es sonreír mientras hablamos.

La sonrisa relaja las cuerdas vocales y produce un efecto extraordinario en la voz, haciendo que suene de inmediato más amistosa, relajada y crea un clima de confianza y cordialidad.

En definitiva, la sonrisa al teléfono reforzará nuestras argumentaciones y el desarrollo de la conversación en un ambiente agradable y distendido, a la vez que dará a entender a nuestro interlocutor que nos agrada hablar con él.

Atender al teléfono correctamente

Cuando suene el teléfono y antes de descolgarlo, tenga presente que no es usted solo el que va a contestar: es toda la empresa quien mantendrá esa conversación telefónica.

La única diferencia real que existe entre una conversación de negocios o trabajo y una charla por teléfono con un amigo o familiar es que en la primera existe una intención específica.

Para que esa intención que ha animado a la llamada se cumpla hay que tener en cuenta tres aspectos fundamentales:

Preparación para la llamada

Es lógico suponer que es imposible prepararse para recibir una llamada sin previo aviso. Pero, de hecho, lo que tiene que intentar hacer no es prepararse para una llamada específica y concreta, sino para cualquier llamada.

Para esto, lo primero que necesita es tener un buen conocimiento de las distintas empresas, clientes, proveedores, etc. con quienes normalmente se relaciona su propia empresa. Por supuesto, también resulta de gran ayuda saber qué tipos de productos y/o servicios ofertan esas empresas que se relacionan con usted.

Por otra parte es muy útil realizar una lista de teléfonos interna y mantenerla siempre al día. En esta lista deben aparecer todos los teléfonos de la empresa, de los distintos departamentos y extensiones y, por supuesto, los nombres de los responsables o personas encargadas de esos teléfonos.

Otro aspecto importante es tener junto al teléfono el material necesario para escribir y tomar notas o mensajes, y si una de sus tareas es la de informar a los distintos clientes sobre productos y servicios, necesitará una serie completa de folletos y catálogos correspondientes en los que aparezca toda la información imprescindible (tipología, precios, características técnicas, etc.).

Control de la llamada

El segundo aspecto fundamental a la hora de recibir llamadas telefónicas es su control, para lo cual deberá:

- Responder lo más rápidamente posible. A todos nos resulta realmente incómodo y frustrante oír como da la llamada el teléfono una y otra vez sin que nadie conteste. En el caso en el que el teléfono que suene sea el de la mesa de alguno de sus compañeros de trabajo y éste no esté para contestar, procure contestar usted. Para el interlocutor siempre será preferible hablar con otra persona que, como mínimo puede coger el mensaje correspondiente, a no hablar con nadie y tener que volver a realizar la misma llamada minutos más tarde.

- Es imprescindible buscar algún tipo de fórmula para realizar el saludo. La fórmula más común en la empresa es la que consta de estos elementos: "Nombre de la empresa, Buenos días, departamento, etc.", "Nombre de la persona que contesta la llamada" “¿En qué puedo ayudarle?”. Una vez que la persona nos indique el nombre de la persona con la que quiere hablar, preguntaremos “¿De parte de quién, por favor?”.

Si el interlocutor se niega a identificarse, hay que insistir para que lo haga, amablemente.

- Conocer el nombre de nuestro interlocutor es de suma utilidad para que la conversación telefónica se desarrolle en un ambiente de cordialidad recíproca, por lo que siempre procuraremos dirigirnos a él mediante su nombre propio o apellido, esto reforzará la impresión de disponibilidad que pretendemos transmitir.

- Intente realizar preguntas abiertas. Las preguntas cerradas son aquellas que sólo dan lugar a un "sí" o un "no" como respuesta y no contribuyen al desarrollo de la conversación y tampoco son las más adecuadas para detectar las necesidades o problemas de nuestro interlocutor.

- Mantenga informado al interlocutor si tiene que esperar un poco mientras busca la información o a la persona con quien quiere hablar. Dígale qué es lo que va a hacer y, si cree que va a tardar algo más de lo normal en resolver una cuestión determinada, indíquele que, si no quiere esperar, le llamará usted más tarde. No olvide pedirle su teléfono.

- Manténgase centrado en la conversación. Procure no distraerse con los compañeros o con otros asuntos durante el tiempo que dure la conversación telefónica. No mastique chicle, no converse con nadie más mientras está hablando, se nota y causa muy mala impresión.

- Conocer el nombre de nuestro interlocutor es de suma utilidad para que la conversación telefónica se desarrolle en un ambiente de cordialidad recíproca, por lo que siempre procuraremos dirigirnos a él mediante su nombre propio o apellido, esto reforzará la impresión de disponibilidad que pretendemos transmitir.

- Por último, haga un breve resumen de la llamada y de las medidas que tomará como consecuencia de la llamada e intente marcar un plazo límite para su realización. Lógicamente, se deberá respetar esa fecha límite que le hemos dado a nuestro interlocutor pero, si esto no fuera posible, le llamaríamos nosotros para disculparnos y explicar brevemente el porqué no hemos podido cumplir el plazo.

“Conocer el nombre de nuestro interlocutor y dirigirnos a él mediante su nombre propio o apellido”.

Esta recomendación no significa que utilicemos continuamente, cada tres palabras el nombre del otro pues resulta agobiante para el interlocutor y antinatural. Utilícelo pero de forma discreta

- Si nuestro interlocutor decide esperar, volveremos con él cada minuto más o menos para comunicarle que seguimos intentándolo y por si decide cambiar de opinión.

Cumplir las promesas

Siempre que hablemos por teléfono deberíamos utilizar palabras o expresiones que fueran capaces de crear una imagen en la mente de nuestro interlocutor como, por ejemplo, "voy a consultar esa información". "Espere un minuto Sr. López". Este tipo de expresiones satisfacen mucho más a la persona que ha llamado que un simple "espere" sin más explicaciones.

Si, realmente, la información que busca en un momento determinado no es cosa de un par de minutos, dígale que le devolverá la llamada media hora después, cuando haya reunido toda la información solicitada, y no olvide hacerlo.

Después de la recepción de cualquier llamada que haya atendido, queda una de las partes más importantes: "cumplir lo que haya prometido al interlocutor".

Si le ha dicho a su interlocutor que su superior le devolverá la llamada en unos minutos, preocúpese de recordarle que lo haga. Si su jefe no cumple la promesa que usted le ha hecho por él, será a usted y no a su jefe a quien tacharán de incompetente, pues pensarán que no ha transmitido el mensaje.

Todas las reglas que hemos comentado hasta el momento para la recepción de llamadas son igualmente aplicables a las llamadas que usted tenga que realizar, pero, lógicamente, es mucho más fácil prepararse para realizar una determinada llamada que para recibirla.

Lo primero que debe tener claro es el objetivo de la llamada que va a realizar, para lo cual es siempre aconsejable que tome las anotaciones correspondientes y que se cerciore de que no olvida ningún aspecto importante.

En resumen, debemos volver a insistir en que la cuestión más importante en cualquier conversación telefónica es olvidarse de todo lo demás y prestar toda nuestra atención al interlocutor. De esta forma evitaremos transmitirle sensaciones negativas como aburrimiento o sentimiento de haber sido inoportuno.

Atención

El otro aspecto de suma importancia es el no olvidar que debemos realizar una escucha activa durante la conversación telefónica.

El protocolo telefónico. Llamadas personales

En cuanto al protocolo a seguir en las llamadas debe saber que si se corta la comunicación, deberá repetir la llamada la persona que llamó en primer lugar. Si en cambio, el receptor interrumpe la llamada porque le ha entrado otra urgente, deberá ser este último quien contacte de nuevo con su interlocutor.

Por otra parte, quien comienza una conversación es quien debe darla por finalizada, en general.

Los directivos se comunican normalmente a través de sus secretarias. Así cuando un superior llama a un inferior a través de sus respectivas secretarias, el inferior deberá estar puesto al teléfono antes de que la secretaria del superior le pase la llamada a su jefe.

De esta manera, el inferior en categoría hablará unos instantes con la secretaria del superior.

Cuando dos ejecutivos de igual categoría quieren hablar, debe existir un consenso entre secretarias para pasar a los jefes de manera simultánea. Podrían decir: “nos pasamos”. Las secretarias no necesitan intervenir.

Si estamos en un despacho con alguien, y llaman a esa persona por teléfono, deberemos salir discretamente hasta que acabe la conversación.

Por otro lado si alguien está hablando por teléfono y entra una visita previamente citada, deberá terminar la conversación lo antes posible.

Si al llamar se equivoca, no cuelgue, pida disculpas.

No llame a un domicilio particular a horas inconvenientes, como por ejemplo muy temprano por la mañana y sobre todo en día festivo ni tampoco muy tarde por la noche. Evite también las horas de las comidas.

Las llamadas personales a amigos o familiares deben hacerse personalmente y no a través de secretarias ya que es un signo de deferencia y de cortesía hacia nuestros amigos, puesto que el afecto es lo que nos une y no es una relación de trabajo. Si de manera puntual, nuestro interlocutor comunica, se le puede indicar a la secretaria que se ponga en contacto con la persona, pero como excepción, en modo alguno puede ser la norma.

El contestador automático

Cuando llame, debe estar preparado para encontrarse con el contestador automático o buzón de voz en el caso de los móviles. Aunque hay personas reacias a utilizar este servicio, es una herramienta muy útil. Tenga preparado el mensaje que va a dejar. Deberá indicar su nombre, cargo, empresa, número de teléfono para localizarle y motivo de la llamada. Sea breve y claro. Y no olvide dar las gracias y despedirse.

Si recibe un mensaje, conteste lo antes posible, pues es una descortesía no devolver la llamada.

El uso del teléfono móvil

El teléfono móvil ha revolucionado el mundo de las telecomunicaciones en muy poco tiempo. En un principio la aparición de los primeros móviles y su adquisición, debido a su alto precio entre otras cosas, fue considerada como símbolo de un estatus social elevado.

Disponer de móvil significaba que la persona era en cierto modo importante, ya que debía estar localizada en todo momento. Así médicos, jueces, periodistas, policías, directivos, etc., utilizaban móvil. Rápidamente, debido a la bajada de precios y al aumento de prestaciones, su uso se ha generalizado de tal forma que pronto habrá más teléfonos móviles que fijos.

Casi todo el mundo dispone de móvil y en concreto para los adolescentes se ha convertido en una "necesidad" de comunicación que marca su pertenencia al grupo.

Pero este instrumento, muy útil en principio, se ha convertido en muchas ocasiones en una "plaga". Efectivamente rara es la vez que estando en un cine, en un teatro, etc., no suena el móvil de alguien. Su utilización indiscriminada se ha convertido en un abuso y en numerosas ocasiones en lugar de facilitar la comunicación nos aísla de los demás.

Por ello tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:

Utilícelo con prudencia, mostrando respeto y consideración a los demás. Cuando acuda a un espectáculo, cine, teatro, ópera, etc., desconecte su móvil, utilice su buzón de voz o bien póngalo en vibrador para que su sonido no moleste al resto de espectadores. Y por supuesto si ve que la llamada es importante y debe atenderla, salga de la sala. El público no tiene por qué padecer el móvil ajeno.

-  Haga lo mismo cuando acuda a conferencias, coloquios, clases, iglesias y a cualquier ceremonia.

Si acude a una cita o reunión, no coloque el móvil encima de la mesa, pues se puede considerar una invasión.

Si ha quedado para comer, cenar con amigos, familiares o colegas y le llaman, discúlpese, coméntele a su interlocutor que en ese momento no le puede atender y si realmente el asunto es urgente, sea muy breve y por supuesto en la medida de lo posible retírese discretamente a hablar.

No utilice el móvil en hospitales, aviones, gasolineras y demás lugares en los que se pueden crear interferencias.

No haga uso del móvil mientras esté realizando tareas que requieran toda su atención: conducir.